La costa francesa tiene muchas playas hermosas y estamos pensando en ellas para cuando por fin los días fríos se terminen. ¿Ya decidiste dónde pasarás el verano?
Una de las playas más hermosas de Francia es la del calanque-d’en-vau, en la región de la Provenza, destino de por sí repleto de otras bellezas paisajísticas, culturales y gastronómicas. ¿Te gusta la foto? Entonces te invitamos a descubrir más de ella:
La Provenza
Es una región geográfica e histórica que está al sudeste de Francia. Bordea con el Mar Mediterráneo y sus paisajes también están decorados con montañas. Si bien hace más de cinco siglos que pertenece a Francia la región conserva su individualidad cultural y hasta su propio dialecto.
El Macizo de los Calanques, comúnmente llamado Calanques a secas, es algo bien distintivo de la costa provenzal. Se trata de una línea de alrededor de 20 kilómetros de largo y unos cuatro de ancho, decorada con fiordos, acantilados y playas que va desde Marsella hasta Cassis.
Un calanque es lo que queda de un antiguo río formado hace millones de años y que con las glaciaciones y el derretimiento de los glaciares terminó formando un profundo valle que a la postre el mar inundó.
Hay muchos calanques pero algunos son más populares que otros. Algunos son perfectos para ir en familia, otros para ir en pareja y otros para practicar deportes acuáticos. Algunos han sido modificados por el hombre, otros permanecen más agrestes, algunos tienen guijarros y otros más arena.
Su geografía es frágil así que el gobierno controla el tránsito de coches. Mucho más desde que en septiembre de 2016 sufrieron un incendio intencional que devastó 3500 hectáreas de tierra. Deben respetarse algunos horarios y hay zonas de estacionamiento pagas.
No se permiten motos tampoco. Por lo demás, hay que caminar así que es algo a tener en cuenta si planeas visitarlos. El verano es la temporada alta así que el control es más firme. Eso sí, si no cenas temprano estás de enhorabuena porque los franceses empiezan a abandonar las playas entre las 5 y 6 de la tarde así que todavía queda sol y si vas después tendrás más espacio para disfrutar de las playas.
Si vas en invierno será más fácil moverse en coche pero considera que hay mucho viento y menos horas de sol. Siempre es posible hacer un tour por los calanques en bote desde Marsella, así se conocen varios, pero hoy nos toca hablar de uno de los más hermosos: el Calanque d’En-Vau.
Calanque d’En Vau
Precisamente debido a su topografía el acceso a pie a D’En-Vau y sus vecinos se encuentra restringido por ley entre el 1 de junio y el 30 de septiembre. Siempre es posible llegar en bote pero en coche y a pie no.
Suele establecerse una escala de tres niveles de riesgo: naranja cuando el acceso sí está autorizado, rojo cuando solo se puede entre las 6 am y las 11 am y negro cuando definitivamente no se puede ingresar. Todo depende del clima.
Considera que por aquí no hay ni restaurantes ni tabernas y que el sol, en verano, pega muy fuerte. Y si sopla el Mistral ni te cuento. Capaz que te vuelas. Por eso aún cuando el acceso esté autorizado la caminata no es aconsejable.
Junto con los calanques de Port Miou y Port Pin D’En-Vau ha sido declarado Parque Nacional en abril de 2012 así que hay restricciones para la caza , la pesca y el tránsito de coches. Mientras Port Miou tiene orígenes romanos, fue uno de sus grandes puertos, Port Pin es pequeñito y con aguas verde esmeralda.
En Vau, por su parte tiene hermosas aguas color turquesa y está más cerca de Marsella aunque de los tres es el de más difícil acceso. Una de las rutas es desde el bosque de La Gardiole y otra desde Port Miou o desde el calanque Port Pin, pero es alrededor de hora y media de caminata. Los paisajes que vas descubriendo valen bien el largo andar.
También puedes llegar a pie desde el estacionamiento de la Fontanesse, cruzando un cañón angosto y empinado de tres kilómetros de largo.
Si no te quieres desprender mucho del coche y puedes circular es posible hacer parte del viaje a En Vau siguiendo la ruta de la Gineste entre Cassis y Marsella aunque sí o sí la última parte del camino deberás hacerla a pie. Y al dejar el coche, nada de dejar cosas dentro porque en verano por lo menos suele haber robos.
Si no tienes coche puedes llegar a Port Miou en autobús desde Cassis. Hay un servicio turístico que funciona por las tardes entre comienzos de julio y comienzos de septiembre. Es un minibús con capacidad para solo ocho pasajeros y funciona cada 15 minutos hasta la medianoche. Los tickets se pueden comprar arriba del vehículo.
Lo cierto es que este calanque es dueño de algunos de los acantilados más altos de la costa así que es impresionante. Si vas en verano entonces el consejo es que vayas bien temprano por la mañana para evitar la masa de turistas. Y si vas fuera de temporada, tipo junio o septiembre, pues mejor.
Su geografía es bien rocosa y empinada así que a los amantes de escalar rocas les encanta. Tiene una playa pequeña, por eso conviene llegar temprano y quedarse con un buen sitio. Que la caminata no te espante, vale la pena. Eso sí, procura llevar zapatos cómodos, nada de chanclas o sandalias porque en verdad uno camino por senderos empinados y rocosos, y no están bien señalizados.
Llevar agua es indispensable, lo mismo un sombrero, algún aperitivo y ganas de caminar. Hay que saber que son mínimo dos horas de ida y lo mismo de vuelta así que se convierte fácilmente en lo único que harás ese día.